Sin conciencia, sin entendimiento, sin saber te mire,
sin razón y sin juicio te mire… y seguí, seguí, seguí
mirándote…
sin razón y sin juicio te mire… y seguí, seguí, seguí
mirándote…
Sin reserva te mire, sin recato deslumbre el ardor de mi locura,
la enajenación de mis pensamientos sin control, sin voluntad,
si, sin voluntad aunque no ajenos, y si inconfesables
al mirante en aquella ocasión…
Sin conciencia, sin entendimiento, sin saber te mire,
sin razón y sin juicio te mire…y seguí, seguí, seguí mirándote…
Rehén de mis propios deseos diluidos en aquella fugaz mirada sin conciencia…
la enajenación de mis pensamientos sin control, sin voluntad,
si, sin voluntad aunque no ajenos, y si inconfesables
al mirante en aquella ocasión…
Sin conciencia, sin entendimiento, sin saber te mire,
sin razón y sin juicio te mire…y seguí, seguí, seguí mirándote…
Rehén de mis propios deseos diluidos en aquella fugaz mirada sin conciencia…
Te mire y seguí, seguí, seguí mirándote… y en una gota de discreción divise tu mirada justo con la mía… y lo supe en ese instante… era tuya y tu mía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario